RESACA...

Mi anhelo despertó temprano, sofocante y asfixiante,

crudo y empapado en sudor; tantos pretextos,

con el cansancio de vivir siempre dentro de un plan.

Hoy quise abandonar las promesas,

las que odio tan solo por tragar palabras…
El vaso de la conciencia se saturo y sus bordes alcanzaron el clímax…
Ya no quiero dibujar futuros en el aire

y presumirlos ante el mundo que necesita pregones de salvación,

mejor para mi.
El juramento de enfrentar mis conciencias la pura y la arrogante,

la que me ausenta y la que me esposa a la vida;

la de la risa de mi y la de la risa conmigo,

la que me dice la verdad y la que me grita lo que quiero escuchar.

Y con voto de calidad, como jurado de lo que he sido,

lo que no y lo que he querido ser,

que me sirva para gozar de la facultad de levantar la mano

de la figura imaginaria de la sonrisa honesta,

ante aplausos de pie

de las portes que viven en arraigo de por vida dentro de mi,

díctame que me alejo (lo debo de hacer)

de lo que me arrastra y me consume…

solo cargo la bandera de la necesidad de vivir; sin robar aire.
Han pasado cosas y causas,

se repiten como los días que llevan y traen;

que se escapan y se arrepienten…

la primera parte era escribir, perder miedo (¿miedo a que?)

y aceptar que empiezo a vivir de recuerdos.
Recuerdos que empiezan a convertirse en alimento,

en alimento de palabras que han muerto en la desesperación

la desesperacion de asesinar oídos ignorantes

no culpables de vivir en la pobreza extrema de conocimiento…
Silabas desordenadas; muertas en vida con la cara hacia la tierra;

la que las sepultara como al tiempo que no vendrá;

al que se ha robado esa vida que le he regalado

(¡oh bendita contradicción!)

aceptar que he perdido lo que mas me falta,

por que he repartido lo que no tengo…
Gracias a creer en un testamento

que deberá dejar como regalo la huella de bolígrafos

que quedaron inertes y carentes de sentido,

con todos los defectos particulares de quienes;

no lo se, ahora no; quizá nunca lo sabre…

JAVIER ARVIZU...