gotas frescas que despiertan
y alborotan las ideas,
¡Llueve sobre mi!
Sabía de tu existencia,
acechabas en la penumbra...
escondido, como no queriendo
ser visto ni oído.
Y pensaba en tantas cosas
que al principio y al final
representaban todo y nada a la vez.
En que tal vez no volverían
mis manos a escribirte,
ni verte... ni oírte.
¿Acaso el tiempo se llegó
y no vendrá más?
Un año ha pasado,
la profesía se ha cumplido
y complicado todo a su paso.
Muero un poco cada día,
aún sabiendo que respiro
y despierto cada noche
y me duermo en tus sentidos,
y nuevamente muero al despertar.
Que me importa, si al final del día
tu estás conmigo,
yo estoy sin ti
y sin embargo
no tolero la vida a tu lado.
Perdóname los pecados
no puedo vivir sin ellos
mitad ángel, mitad humano
me tienes comiendo de tu mano,
no hay odio ni desprecio.
Amor que vives de a poco
dame el cielo con tus besos
el infierno con tus manos,
en un segundo se me va la vida
y vuelvo a nacer, si tú me miras.
ARELI GARCÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario